sin titulo.
Que hombre tan quijotesco, después de estar un rato en silencio y justo cuando yo me senté a su lado se paró y comenzó a lanzar versos, como si se encontrara dentro de una historia del mismísimo Rafael Pombo, luego de subir al metro ocurrió lo mismo, se acomodó en una silla que le dieron y posteriormente se levantó a cantar y rimar hasta la estación de San Antonio A.
Durante el trayecto hubo una cuestión que se debatió en mi cabeza ininterrumpidamente debido a aquel hombre, ¿era este un loco, un genio incomprendido o acaso un viajero del tiempo?, ¿Qué opinan ustedes?
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