"Ojos tristes"

No somos tan diferentes después de todo, estoy sujeta al igual que tú. Quiero correr libre sin llegar a una valla, pero sigo aferrada a una realidad dolorosa que ignoraría si pudiera, siendo mi corral aquella falta de motivación para soñar.
No tengo un cabestro real, pero sí tengo un bozal mental que me impide pronunciar mucho de lo que oculto tras una fachada, tal vez por no herir o simplemente por encajar en un mundo de constante interacción.
Cada experiencia cruda que aún sigue ahí, cada llanto que te hace hinchar los ojos y cada tristeza que no superas, intenta opacar tu mirada, mientras que la alegría lucha fuertemente para que eso no suceda.
Estamos tan acostumbrados a mirar pasar tantos ojos melancólicos que se nos hace habitual la insensibilidad, indiferentes suponiendo que las miradas pueden mentir.